Durante 20 años España tuvo la capacidad técnica de fabricar un arma nuclear gracias a los planes secretos que el dictador impulsó a espaldas de Estados Unidos.
Fue uno de los sueños secretos de Franco. Durante dos décadas, más allá incluso de la muerte del dictador, nuestro país estuvo coqueteando con el arma más mortífera creada por el ser humano: la bomba atómica. Hoy, cuando se cumple el medio siglo de la creación de la Junta de Energía Nuclear (JEN) y 100 años del descubrimiento de la radiactividad, sorprende lo cerca que estuvo España de ser una potencia nuclear.
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Franco y Carrero Blanco inauguran el Centrro Nacional de Energía Nuclear Juán Vigón |
En 1963, el entonces director de
Tres años después, sin embargo, el accidente de un avión norteamericano en la localidad almeriense de Palomares al perder sobre territorio español cuatro bombas de hidrógeno, supuso un nuevo impulso al proyecto. Los técnicos españoles, encabezados por Velarde, encontraron en la zona restos de la bomba y de los detonadores que les permitieron resolver las muchas dudas que albergaban.
En el universo geopolítico de la época, poseer la capacidad técnica para fabricar la bomba, significaba detentar un estatus especial.Y Franco lo sabía. Con espinas clavadas como el mantenimiento de la posesión británica de Gibraltar o el eterno "fantasma" que suponían las aspiraciones marroquíes por recuperar las plazas de Ceuta y Melilla, los sucesivos gobiernos se negaron a firmar el Tratado de Proliferación Nuclear (TNP) que obliga a los países signatarios a renunciar indefinidamente a las aplicaciones militares de la energía nuclear.
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Una de las bombas de Palomares |
El primer documento oficial donde se reconoce la capacidad española para fabricar la bomba atómica data de 1967, y se trata de una circular interna del Ministerio de Asuntos Exteriores a varias de sus embajadas en el extranjero.
Al año siguiente, se instala en la sede de
Ya en la década de los 70, la carrera española en busca de «la madre de todas las bombas» se disparó definitivamente. En 1971, el Centro Superior de Estudios de
La obtención del plutonio suficiente para construir la bomba (6 kilos), en un país cuyo subsuelo contenía las segundas reservas de uranio natural de Europa, ya no era una utopía. Se daba la particularidad de que la central de Vandellós I, la misma que sufrió un accidente en 1989, era de tecnología francesa y utilizaba uranio natural. Además, sus residuos eran ideales para ser reprocesados y obtener más combustible. En aquella época Francia, como potencia atómica, no permitía a
Pocos días antes de ser asesinado, Carrero Blanco mantuvo una entrevista con el secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, sobre este tema. El almirante siempre mimó este proyecto obteniendo recursos económicos de los que no disponía. Según algunos informes confidenciales desclasificados por el Servicio de Inteligencia Militar de EEUU, España estaba almacenando plutonio para fabricar una bomba nuclear, desviándolo de los controles de
Pero los que creían que la muerte del dictador iba a suponer un cambio significativo de la postura pronuclear española se equivocaron. Las presiones norteamericanas, ya con James Carter como presidente para que España firmara el TNP continuaron.Sin embargo, en 1976, el ministro de Asuntos Exteriores hispano, José María de Areilza, volvió a reconocer que nuestro país estaría en condiciones de fabricar la bomba «en siete u ocho años si nos pusiéramos a ello. No queremos ser los últimos en la lista».
Las dudas se hicieron mucho más intensas cuando en 1977 se conoció públicamente el alcance tecnológico de las instalaciones nucleares previstas para el llamado Centro de Investigación Nuclear de Soria (CINSO), en la localidad de Cuba de
Pero Jimmy Carter no estaba dispuesto a que un nuevo país se sumara a la carrera armamentística que él trataba de frenar.Por eso, en sus cuatro años de mandato (1976-1980) emprendió una auténtica campaña contra los estados que no habían suscrito el TNP. Además, Estados Unidos estaba obsesionado con que
Finalmente, el 1 de abril de 1981, España acabó aceptando las condiciones impuestas por los norteamericanos y firmó un acuerdo de salvaguardias con
Fuente: Vicente Garrido, Profesor de Derecho Internacional para El Mundo.
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